LECCIÓN 33. Hay otra manera de ver el mundo.

Lo que se intenta con la idea de hoy es que reconozcas que puedes cambiar tu percepción del mundo tanto en su aspecto externo como en el interno. Deben dedicarse cinco minutos completos a la sesión de práctica de por la mañana, así como a la de por la noche. En estas sesiones debes repetir la idea tan a menudo como te resulte cómodo, aunque es esencial que las aplicaciones no sean apresuradas. Alterna tu examen entre tus percepciones externas e internas, de tal forma que el cambio de unas a otras no sea abrupto.

Mira simplemente de pasada al mundo que percibes como externo a ti. Luego cierra los ojos y examina tus pensamientos internos de la misma manera. Trata de ser igualmente desapegado con ambos, y de mantener ese desapego cuando repitas la idea en el transcurso del día.

Las sesiones de práctica más cortas se deben hacer tan frecuentemente como sea posible. La idea de hoy debe aplicarse también de inmediato, de surgir cualquier situación que te tiente a sentirte perturbado. En estas aplicaciones, di:

Hay otra manera de ver esto.

Recuerda aplicar la idea de hoy en el momento en que notes cualquier molestia. Quizá sea necesario sentarte en silencio un minuto más o menos y repetir la idea para tus adentros varias veces. Cerrar los ojos probablemente te ayudará en este tipo de aplicación.


Comentario:

Una disposición de apertura y receptividad son fundamentales para todo cambio. Si deseas cambiar el estado actual de algo, debes estar dispuesto a la transformación en más de un aspecto. La percepción y las creencias, no operan de manera diferente en esto. Tanto una creencia limitante, como una percepción conflictiva, requieren la aceptación de varios cambios.

No siempre se está dispuesto a abandonar ciertas ideas, dado el valor que se le han atribuido como defensas, sin embargo, si esas ideas no están en armonía con la paz que Dios quiere para sus Hijos, esas ideas en verdad, no valen nada. Por mucho tiempo, puede que una falsa creencia esté sostenido un falso sentimiento de seguridad, pues se cree tácitamente que «hacer una cosa de tal manera», me protege de «tales resultados», descuidando así el miedo y la inseguridad que operan de base y de los cuales se busca huir. Sé intenta atenuar en el nivel del comportamiento un sentimiento de miedo o carencia, mas esto, siempre trae consigo gran tensión, y al final, decepción y sufrimiento. El miedo debe ser abordado en el nivel de la causa, en la mente, identificando las ideas que la propia mente valora como reales y que dan lugar al temor.

El temor indica que la mente se ha fragmentado y proyectado fuera un juicio contra sí misma. Esto no se puede resolver «haciendo cosas», sino, atendiendo la causa en el nivel del pensamiento y posteriormente permitiendo que el comportamientoyy las percepciones se reorganicen, reflejando así, el cambio interno.

Muchas veces se pretende un cambio de percepción introduciendo alguna «idea más adecuada o favorable», sin un cambio de mentalidad, es decir, sin poner en cuestión las creencias que dan lugar al miedo y consecuentemente, abandonarlas. Esta pretención, no puede dar lugar a un cambio verdadero, pues es un autoengaño. El miedo y el conflicto tienen que ser des-hechos, como cualquier ilusión, llevándolos ante la Luz de la Verdad, entregándolos a la Expiación. Ocultarlos o evitarlos, no los deshace, pues su valor como «realidad» sigue intacto.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s