La idea de hoy comienza a describir las condiciones que prevalecen en la otra manera de ver. La paz mental es claramente una cuestión interna. Tiene que empezar con tus propios pensamientos, y luego extenderse hacia afuera. Es de tu paz mental de donde nace una percepción pacífica del mundo.
Para los ejercicios de hoy se requieren tres sesiones de práctica largas. Se aconseja que lleves a cabo una por la mañana y otra por la noche, con una tercera adicional a intercalarse entremedias en el momento que parezca más conducente a ello. Todas las sesiones deben hacerse con los ojos cerrados. Es a tu mundo interno al que deben dirigirse las aplicaciones de la idea de hoy.
Para cada una de estas sesiones largas se requieren alrededor de cinco minutos de búsqueda mental. Escudriña tu mente en busca de pensamientos de temor, situaciones que provoquen ansiedad, personas o acontecimientos «ofensivos», o cualquier otra cosa sobre la que estés abrigando pensamientos no amorosos. A medida que cada uno de estos pensamientos surja en tu mente, obsérvalo relajadamente, repitiendo la idea de hoy muy despacio, y luego haz lo mismo con el siguiente.
Si comienza a resultarte difícil pensar en temas específicos, continúa repitiendo la idea para tus adentros sin prisas y sin aplicarla a nada en particular. Asegúrate, no obstante, de no excluir nada específicamente.
Las aplicaciones cortas deben ser frecuentes, y hacerse siempre que sientas que de alguna forma tu paz mental se está viendo amenazada. El propósito de esto es protegerte de la tentación a lo largo del día. Si se presentase alguna forma específica de tentación en tu conciencia, el ejercicio deberá hacerse de esta forma:
Podría ver paz en esta situación en lugar de lo que ahora veo en ella.
Si los ataques a tu paz mental se manifiestan en forma de emociones adversas más generalizadas, tales como depresión, ansiedad o preocupación, usa la idea en su forma original. Si ves que necesitas aplicar la idea de hoy más de una vez para que te ayude a cambiar de parecer con respecto a alguna situación determinada, trata de dedicar varios minutos a repetirla hasta que sientas una sensación de alivio. Te ayudará si te dices a ti mismo lo siguiente:
Puedo substituir mis sentimientos de depresión, ansiedad o preocupación [o mis pensamientos acerca de esta situación, persona o acontecimiento] por paz.
Comentario:
No parece que uno pueda elegir qué pensar y más aún, que en ciertas situaciones, no hay muchas opciones entre las que elegir. Sin embargo, cualquier condicionamiento que he aceptado, es a la vez, un pensamiento que responde a una elección más general acerca de mí mismo y del mundo, de qué soy y qué es el mundo. Las condiciones del ego son muy claras a la luz de sus resultados, mas, no son claras en sí mismas, pues intentan hacer todo tipo de tratos para conseguir lo deseado, ya sea paz, ya sea obtener un logro.
El ego negocia mediante condiciones, proponiendo a los «contrincantes» o involucrados, una serie de pactos en los cuales, parece que todos toman un poco a cambio de algún sacrificio o resignación. Esto sucede muy frecuentemente en las relaciones interpersonales, pero también sucede en relación a situaciones y con respecto a pensamientos más personales. Negociar la paz, es un principio del ego, porque siempre pone en las condiciones externas, en el «enemigo» o simplemente el «otro», el factor distorsionante y responsable de la pérdida de paz, o la pérdida en sí.
Mas, la paz es una decisión como cualquier otra, que se toma en base a la elección de un sistema de pensamiento, que es lo mismo que aceptar la Voz del Maestro adecuado. Cada pensamiento asociado a una situación conflictiva, es decir, cada pensamiento de pérdida, culpa, castigo, etc., que este alimentando y rodeando una situación, tiene que ser llevado ante la Luz del deseo de Paz, en la cual, escucharemos la verdad que proviene de la Voz que habla en favor de la unidad que es la realidad de todas las cosas. El Espíritu Santo, así, podrá inspirar en nosotros, el papel que debemos cumplir, así como aprender a aceptar el amor que no estábamos viendo, por haber dado realidad al mundo de miedo.