
LECCIÓN 348. Ni mi ira ni mi temor tienen razón de ser, pues Tú me rodeas. Y Tu gracia me basta para satisfacer cualquier necesidad que yo perciba.
Comentario: El olvido de Su Presencia es la causa de todo pesar. Pues no pensar en Él, es no pensar, y dar lugar a extrañas fabricaciones que de por sí no tienen comienzo, justificación ni solución, aunque la mente queda atrapada en todo ello y más. No sólo le atribuye un inicio y justifica, sino que intenta darle solución, y así cree en la realidad de lo que fabricó, pues lo fabricó creyendo en ello. Continúa leyendo LECCIÓN 348. Ni mi ira ni mi temor tienen razón de ser, pues Tú me rodeas. Y Tu gracia me basta para satisfacer cualquier necesidad que yo perciba.