Comentario: Que el pensamiento de paz sea todo abarcador, y que mi mente en serena y liviana actitud, se disponga a recibir la Paz que me fue dada. Y que la Paz sea, pues es la Voluntad de Dios y la mía también.

Comentario: Que el pensamiento de paz sea todo abarcador, y que mi mente en serena y liviana actitud, se disponga a recibir la Paz que me fue dada. Y que la Paz sea, pues es la Voluntad de Dios y la mía también.
Comentario: La paz renace en cada cambio de percepción con respecto a ti mismo y a tu hermano. En el reconocimiento de que la interpretación que estabas albergando en tu corazón no era la correcta, pues alguien ganaba y otro perdía, en ese mismo reconocimiento comienzas a aceptar el error, y por tanto la posibilidad de corrección. Tan sólo con solicitarla, ésta llegará, pues liberarte de los efectos del error es un regocijo para ti y para el mismo Cielo, que no sabe nada de errores. Sin embargo, la dicha refulge en los corazones liberados que el Cielo mismo acoge.
Comentario: Pareciera que antes de aceptar la paz como un hecho, debo realizar “algo” para lograrla. Como si fuese un trofeo que tengo que ganarme o conseguir a base de un esfuerzo. La paz se me concedió en mi creación, por mi Creador, sin nada a cambio, sino tan sólo por amor. ¿Pondría yo una condición para la paz que Dios no fijó? ¿Con qué motivo haría eso?
Comentario: Un instante de retención de la luz es lo que se interpone entre tú y la eternidad. Crees que retener u obtener para sí, es la solución, sin embargo, es la trampa más grande que el ego ha fabricado en el tiempo. Son las anclas al mundo separado, a la creencia en la carencia y la pérdida.
Comentario: Si me acuerdo de Él, ¿de qué podría preocuparme? El momento en el que padezco todo pesar, es cuando me olvido de Su Amor. ¿Y qué es Su Amor sino mi perfecta seguridad en todo?
Comentario: Si tu mente está en busca del reflejo de Dios, eso es lo que verá. Si pides que los juicios que te separan de la experiencia de amor se desvanezcan, dejarán de tener valor y desaparecerán. Si quieres ver en tu hermano a un mensajero del amor, él tomará tu pedido con gusto y sólo evocará en ti amor y perdón.
Comentario:Toma este mismo instante para aceptar la paz. No esperes comprender más nada, pues no es necesario, simplemente decide, dedica, acepta éste instante como el instante de paz que deseas. Olvídate del momento siguiente. Sólo ocúpate de éste instante.
Comentario: Tu relación con Dios es tu Hogar, la morada de tu plenitud y de tu paz. ¿Para qué substituirla con ilusiones, si no tienes más que invocar Su Nombre para estar con Él? No te dejes engañar por las tentaciones del ego, pues nada de ello es consistente, y se desvanece al tiempo que tú no le das el valor que no tiene.
Comentario: Sólo hazte a un lado y no juzgues. Deja que el ir y venir de las cosas sea, sin oposición de tu parte, y ve al lugar en ti dónde reside el amor, para contemplar todo aquello, sin contradicción o conflicto. Es la visión del perdón la que andas buscando, no cosas pasajeras.
Es en Su Amor y en Su Misericordia dónde logramos acallar los vanos estruendos que nos separan de la paz, y el silencio llega para acompañar y recibir con calma la verdad sobre nuestra Identidad. Sólo tengo que elegir Su Presencia.