Si tienes miedo, respira, ten paciencia y pide ayuda. Tomar decisiones con miedo, no es la forma de salir de tal estado. Continúa leyendo
Etiqueta: Miedo

LECCIÓN 282. Hoy no tendré miedo del amor.
Comemtario: Cuán amorosa es la naturaleza de mi Ser, la cual proviene del amor infinito de Dios. Cuánta fuerza hay en el amor, que mi corazón tiembla ante su presencia y pareciera que debo cubrir mi rostro de tal resplandor. Continúa leyendo LECCIÓN 282. Hoy no tendré miedo del amor.

¿Qué es el Espíritu Santo? Lección 281.
Comentario: Mientras dedicas tu tiempo a pensar en ilusiones, quedas atrapado en un circuito de temor y dudas. No se trata de que no tengas ilusiones mientras estás en tu camino de retorno, sino de que no deberías tomarlas como base de tu experiencia. Continúa leyendo ¿Qué es el Espíritu Santo? Lección 281.

LECCIÓN 274. Este día le pertenece al Amor. Hoy no tendré miedo de nada.
Comentario: Si tu mente está en busca del reflejo de Dios, eso es lo que verá. Si pides que los juicios que te separan de la experiencia de amor se desvanezcan, dejarán de tener valor y desaparecerán. Si quieres ver en tu hermano a un mensajero del amor, él tomará tu pedido con gusto y sólo evocará en ti amor y perdón. Continúa leyendo LECCIÓN 274. Este día le pertenece al Amor. Hoy no tendré miedo de nada.
No te valgas del miedo para deshacer el miedo
El perdón que se aprende de mí no se vale del miedo para deshacer el miedo. Ni tampoco otorga realidad a lo que es irreal para más tarde destruirlo. Perdonar a través del Espíritu Santo consiste en mirar más allá del error desde un principio, haciendo que, de esta manera, nunca sea real para ti. Un Curso de Milagros Continúa leyendo No te valgas del miedo para deshacer el miedo

¿Qué es el cuerpo? Lección 261.
Comentario: Mi identidad reside en Dios. Estaré buscando hasta no aceptar que soy su Hijo, y como tal, no puedo ser diferente de mi fuente. El Amor me creó a semejanza de sí mismo. Continúa leyendo ¿Qué es el cuerpo? Lección 261.

LECCIÓN 196. Es únicamente a mí mismo a quien crucifico.
Comentario: El ataque genera culpa, y la culpa se paga ante Dios y tus hermanos, posteriormente llegará el castigo final para la mente aturdida, la cual finaliza en la muerte el tortuoso camino que emprendió una vez. Tanto la culpa como el ataque, son nociones que el ego inventó, y muchas de sus creencias aledañas, permanecen inconscientes. Ambas ilusiones tiene como punto de referencia a Dios y a tu hermano, pues el ataque se proyecta fuera, y la culpa queda anclada a aquello a lo que se le inflingió daño. Continúa leyendo LECCIÓN 196. Es únicamente a mí mismo a quien crucifico.

LECCIÓN 193. Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda.
Comentario: Perdonas ilusiones, porque la realidad no necesita ser perdonada, pues en ella no hay rastro de falsedad o falta de amor. Las ilusiones son límites arbitrarios, impuestos a la Voluntad de Dios, que el Hijo en su sueño, cree padecer sin cesar. Queda oprimido bajo un incesante influjo de condiciones que lo vuelven un prisionero, un sobreviviente en un mundo escazo y despiadado. Continúa leyendo LECCIÓN 193. Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda.

LECCIÓN 177. Repaso de las lecciones 163 – 164
Comentario: Toma al amor como tu punto de referencia, de manera tal que el camino y lo que veas en él sean semejantes. El amor puede ser todo lo que tengas si comienzas a desear únicamente amor. Puede que sea un anhelo general, pero no puede ser fragmentado o conflictivo. No puedes desear amor en una situación y a la vez temer por algún resultado o desenlace. Continúa leyendo LECCIÓN 177. Repaso de las lecciones 163 – 164

LECCIÓN 170. En Dios no hay crueldad ni en mí tampoco.
Comentario: El ego, ha substituido tu paz por un sin fin de condiciones para lograrla, y ninguna de ellas puede realmente brindarte la paz que promete, pues en la Paz no hay ego. La paz del ego es momentánea y sujeta a ciertos requisitos que satisfacen necesidades personales. La Paz no puede estar centrada en esto. Continúa leyendo LECCIÓN 170. En Dios no hay crueldad ni en mí tampoco.