
LECCIÓN 357. La verdad contesta toda invocación que le hacemos a Dios, respondiendo en primer lugar con milagros, y retornando luego a nosotros para ser ella misma.
Comentario: La luz que ves en tu hermano, es la tuya propia, pues hay solo una Luz, la cual es compartida. Si no la ves, es que estas contemplando tu propia obscuridad, que buscas compartir, mas no puedes, sino tan sólo imponer como proyección. Así recubres la luz, y quedas a obscuras aún frente al Hijo de Dios, porque sólo estás viendo tu propio miedo. ¡Déjalo ya! ¡El miedo no te ofrece nada! Sólo la Luz te da lo que tú ya eres y eso es lo único que puedes dar, y lo único que buscas. Continúa leyendo LECCIÓN 357. La verdad contesta toda invocación que le hacemos a Dios, respondiendo en primer lugar con milagros, y retornando luego a nosotros para ser ella misma.