Los diferentes estilos de interpretación por lo general llevan a error, pero hay una manera de razonar que es más adecuada: la deducción. Si bien no elimina el problema central del contenido, si ofrece una forma que no distorsiona el proceso de las conclusiones. Razonar por medio de la deducción implica que puedes ir desde un pensamiento general a uno concreto sin perderte en el camino. Aunque como ya dijimos antes, no puedes obviar que el contenido siempre estará sujeto a lo que cada uno busque justificar.

Ahora, las interpretaciones siempre dan lugar a conclusiones, y las conclusiones son la base de las decisiones. Todo lo que decides tiene que ver con alguna conclusión que hayas logrado. ¿Por qué método llegaste a tal o cual conclusión? ¿Cómo fue que extrajiste la información de la «realidad» para decidir lo que decidiste? El hecho de que la decisión sea una sumatoria de conclusiones, la hace un compuesto inestable, si antes no realizaste un procedimiento correcto. Esto sin embargo, es difícil de evitar teniendo en cuenta que aún utilizando el método deductivo, a veces usas postulados erradas para razonar nuevas conclusiones.

¿Cómo se puede realizar un procedimiento que te llevé más allá de los errores perceptuales más comunes del punto de vista, de las pocas herramientas con las que cuentas a la hora de decidir? ¿Es cierto qué cuando ves la situación y al otro estás amando? ¿Lo que te mueve a tomar una decisión es el amor? La motivación de tus acciones es lo que les brindará la impronta necesaria para que al fin y al cabo, llegues a buen puerto. Una disposición amorosa siempre es lo suficientemente abierta como para tener en cuenta nuevos elementos e incluirlos y de esa manera ampliar el sistema de información que da logar a las decisiones.

No puedes decidir algo sin considerar que es una medida parcial, que se ajusta a tu entendimiento, pues como vimos, las decisiones surgen del entendimiento. Ahora, si las decisiones te promete la victoria sobre algo o alguien, seguramente el panorama que estés aplicando sea un poco distorsionado, pues no puede haber amor allí donde lo que se busca es suprimir al otro. La intención con la que realices una decisión es fundamental, pues por medio de ella es que iluminas la información que has adquirido, la intención es la luz de la conciencia, la fuerza magnética con la cual imbuyes cada pensamiento y así este se vuelve un puente hacia lo que deseas experimentar.