17

El silencio es una cualidad en el tiempo que aporta un gran caudal de información. Aunque parezca contradictorio, cuando uno se encuentra en silencio y en quietud se vuelve receptivo a la información de su entorno y la que está más allá de los planos físicos o perceptivos. Hay otro tipo de comunicación que es necesario desarrollar, la cual no implica directamente a los sentido así como tampoco implica directamente a la razón, aunque después se valga de ellos para tomar una forma y que pueda ser expresada coherentemente.

No es necesario explicar los  procesos o entenderlos para que sucedan. Es algo tan natural como respirar, pero también puede ser rechazado y olvidado como cualquier otra habilidad. La comunicación no es algo propio de la mente verbal sino de todo el ser. Hay muchos niveles de comunicación así como de información. Desde una célula que se abre a recibir determinadas proteínas, hasta un humano que escucha algunas palabras y desecha otras en una misma conversación. Las comunicaciones tienen emisores, receptores y sensores.

Los filtros dependen del nivel, hay algunos que son más básicos y otros que son más subjetivos e incluso voluntarios. El deseo de querer escuchar evidentemente abre el camino, al igual que el deseo de no querer ver hace que los ojos se cierren. Todo esto parece muy obvio, pero a la hora de comprender que existen niveles de comunicación más amplios y que no dependen de los sentidos, lo obvio se desecha con facilidad y se llega al rechazo sin entendimiento.

Hay un entrenamiento para esto, como cualquier otra cualidad. Sin embargo, al operar más allá de los margenes de la razón, el panorama simbólico toma protagonismo, y este muchas veces no es fácil de decodificar, mas cuando la tendencia es a decodificar linealmente, es decir, en base a los parámetros de entendimiento que la percepción y la razón usan. Es necesario incluir otro nivel de entendimiento que permita decodificar la información de una manera útil para el receptor, y esa forma no tiene que ver con entender algo sino con estar abierto a ese algo.

La información por más que en muchos casos parezca utilitaria, no es el sentido último de la misma. La información tiene el propósito de expandir la conciencia y por ende de aumentar los grados de libertad que se experimentan. Cuando se recibe una determinada comunicación, no es necesario traducirla inmediatamente al estilo lógico lineal, sino que es importante atesorarla y esperar.  La cualidad de este tipo de comunicación es más elevada que las anteriores, es activa e inteligente, si hay tiempo de espera y de receptividad, el emisor también se puede adaptar al receptor, pues la forma es siempre subsidiaría del contenido.

El panorama simbólico es rico y vasto, sin embargo, también es muy fácil perderse en él y confundir el sentido de las cosas. Por ello el receptor tiene que prepararse, para no confundir sus propias intenciones y percepciones con lo que está recibiendo. Si bien esto es lo que debe entrenar, también es claro que si es elegido como receptor, ya posee no solo las cualidades, sino que también tiene los sensores adecuados para el mensaje.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s