LECCIÓN 269. Mi vista va en busca de la faz de Cristo.

Te pido que hoy bendigas mi vista. Mi vista es el medio que Tú has elegido para mostrarme mis errores y para poder ver más allá de ellos. Se me ha concedido poder tener una nueva percepción a través del Guía que Tú me diste, y, mediante Sus lecciones, superar la percepción y regresar a la verdad. Pido la ilusión que transciende todas las que yo inventé. Hoy elijo ver un mundo perdonado en el que todo lo que veo me muestra la faz de Cristo y me enseña que lo que contemplo es mío, y que nada existe, excepto Tu santo Hijo.

Hoy nuestra vista es bendecida. Compartimos una sola visión cuando contemplamos la faz de Aquel Cuyo Ser es el nuestro. Somos Uno por razón de Aquel que es el Hijo de Dios, Aquel que es nuestra Identidad.


Comentario:

Quiero dejar a un lado mis interpretaciones, las cuales me separan de la verdad. Debo renunciar a pensar sin amor, a que los resultados y los caminos estén desprovistos de amor. Sólo quiero escuchar Su Voz y ver lo que Él ve, y para ello debo aceptar su guía.

No necesito más que detener la vorágine de pensamiento falso, alzar la vista, y contemplar la magnificencia que está presente más allá de mis simples percepciones. Él está aquí a mi lado, guiándome y acompañándome en el camino. Dejo de luchar y uno mí mano a la suya.

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