Permítaseme contemplar al Hijo de Dios hoy y ser un testigo de su gloria. Y que no trate de empañar la santa luz que mora en él y ver su fuerza menoscabada y reducida a la fragilidad; que no perciba en él las deficiencias con las que atacaría su soberanía.
Él es Tu Hijo, Padre mío. Y hoy quiero contemplar su ternura en lugar de mis ilusiones. Él es lo que yo soy, y tal como lo vea a él, me veré a mí mismo. Hoy quiero ver verdaderamente, para que en este mismo día pueda por fin identificarme con él.
Comentario:
Si veo egos, estoy viendo a través de mí propio ego. La elección que debo tomar trata acerca de qué es lo que deseo ver. Allí mismo radica la razón de lo que veo. Y todo lo que deseo tiene que ver con lo que creo ser. Si creo ser un ser limitado, veré y desearé en función de ello.
Mas, he decidido no tomar decisiones por mi cuenta, y recurrir a mi Guía, para que me muestre el camino. Él me guiará y me dirá la verdad acerca de mí, y podré aceptar una nueva perspectiva con respecto a todo. Junto a Él, podré aceptar mi verdadera Identidad, y desear ver todo aquello que sea acorde a mí verdadera voluntad como Hijo de Dios.