LECCIÓN 238. La salvación depende de mi decisión.

Padre, Tu confianza en mí ha sido tan grande que debo ser digno de ella. Tú me creaste y me conoces tal como soy. Y aun así, pusiste en mis manos la salvación de Tu Hijo y dejaste que dependiera de mi decisión. ¡Cuán grande debe ser Tu amor por mí! Y mi santidad debe ser asimismo inexpugnable para que hayas puesto a Tu Hijo en mis manos con la certeza de que Aquel que es parte de Ti, y también de mí, puesto que es mi Ser, está a salvo.

Y así, hoy volvemos a hacer otra pausa para pensar en lo mucho que nos ama nuestro Padre. Y cuán querido sigue siendo para Él Su Hijo, quien fue creado por Su Amor y en quien el Amor de Su Padre alcanza su plenitud.


Comentario:

Tienes el poder de decidir. Escuchar al ego o al Espíritu Santo, es tu decisión. Nadie te puede coercionar, ni siquiera una situación puede obligarte a escuchar a uno u otro. Ambas posibilidades están ahí, y tú tienes que elegir, y siempre eliges en base a lo que crees que es mejor. Y es aquí donde te confundes, o aún necesitas corrección, pues aún crees que en ciertas ocasiones la separación, el juicio o el miedo, pueden aportar más que el amor.

Eso es claramente un error de enfoque, mas eres tú el que debe aceptar que sólo el Amor te puede aportar lo bueno y lo deseable para ti, de manera que cualquier otra posibilidad sea fácil de descartar. Tu camino queda despejado y la elección se ha vuelto evidente. Elige pues, entre el amor o el miedo, y eso será lo que tendrás. Nadie puede imponer sobre ti como tú sobre otro, una elección tan profunda. Escuchar al ego o al Espíritu Santo, depende de ti y de nadie más.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s