No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
(199) No soy un cuerpo.
Soy el Hijo de Dios. Aquiétate mente mía, y piensa en esto por un momento. Luego regresa a la tierra, sin confusión alguna acerca de quién es aquel a quien mi Padre ama eternamente como Su Hijo.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
Comentario:
La verdad no tiene disrrupciones, es completa en sí misma, y trae consigo el recuerdo de la plenitud. Eso es lo que eres. Por un instante dedicate a verte en la plenitud, sin ilusiones de ningún tipo. Niegalas. Sólo deja entrar a la luz.
Así aprenderás lo que es Verdad sobre ti. Tú pareces haberlo olvidado, mas hay quien conserva el recuerdo intacto en ti para que lo recibas cuando estés listo. Deja a un lado los juicios y las dudas, y abre tu mente para recibir la certeza de tu verdadera identidad hoy.