No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
(192) Tengo una función que Dios quiere que desempeñe.
Busco la función que me ha de liberar de todas las vanas ilusiones del mundo. Solamente la función que Dios me dio puede ofrecerme libertad. Eso es lo único que busco y lo único que aceptaré como propio.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
Comentario:
Aceptar el deshacimiento del pensamiento falso proveniente del ego, es lo único que traerá paz al Hijo de Dios durmiente. Negar toda brecha, separación, ataque y condena, dejar a un lado todo juicio, cualquier registro pasado que se muestre como causa, toda creencia que imponga un límite al Amor, todo ello deberá ser abandonado en aras de la paz y la libertad.
La luz que se encuentra en ti, te mostrará el camino, pues tu Guía a la Paz, sabe como reinterpretar cada pensamiento que se forjó en la separación, de manera que pueda ser utilizado favorablemente en tu redespertar al Amor. Nada es un obstáculo para Aquel a quién se le encomendó guiarte en el camino de retorno a tu Hogar. No le niegues ni un sólo pensamiento, pues el los puede purificar a todos en favor de tu salvación. Deja en sus manos con confianza y fe, cada una de las creencias que parecen alejarte de la verdad del amor. Él te devolverá cada ofrecimiento que le hayas hecho, con un regalo de libertad.