Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

(159) Doy los milagros que he recibido.

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

(160) Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aquí.

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

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Comentario:

El Amor es nuestra Fuente. Cuando no estas tomando de Él, ciertamente te desvitalizas en todo sentido, pierdes confianza, te vuelves más rígido, temeroso y reservado. Tiendes a limitarte en tus posibilidades y descrees de las posibilidades que se te presentan. El Amor es mucho más de lo que imaginas, porque aceptado totalmente tal y como es, es inabarcable.

Esto tal vez parezca imposible de comprender, dadas las condiciones de finitud con las cuales te identificas, sin embargo, puedes admitir que si el Amor es tu Fuente y tú te crees finito, es que aún duermes, y no sabes quién éres en verdad. Pero tampoco sabrás quién éres por medio de un razonamiento o concepto, necesitas restablecer tu comunicación con la Verdad.

Para ello, el Espíritu Santo, el Guía Interno, te proveerá de todo cuanto necesites para restablecer la comunicación. Pues Él está ahí con ese sólo propósito, esperando tu solicitud para Él poder actuar en tu favor.

No hay un sólo pedido sincero que Él deje de contestar con su amor y paciencia infinita. Despeja tu mente de juicios e ideas preconcebidas, toma un instante para alejarte de las dudas y aquiétate para escuchar.

Nada que provenga del amor puede causar daño o limitación. Él habla en favor de todos, pues no ve separación en el Hijo de Dios, por eso es por lo que puedes tomar su consejo. Así Él te recordará quién éres, en cada decisión tomada.