(97) Soy espíritu.
Soy el Hijo de Dios.
No hay cuerpo que pueda contener mi espíritu o imponerme una limitación que Dios no haya creado.
(98) Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación.
¿Cuál podría ser mi función sino aceptar la Palabra de Dios, Quien me creó para ser lo que soy y lo que por siempre he de ser?
A la hora en punto:
Soy espíritu.
Media hora más tarde:
Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación.
Comentario:
Para el ego aceptar la palabra de Dios es el fin del mundo, la catástrofe, el caos, y por sobre todo, la pérdida total de sentido. Arriesgándote y dejándote a la deriva de toda clase de fieras y peligros en medio de la jungla.
¿Crees que Dios puede hacer eso? Ciertamente una parte de tu mente lo cree, y teme no ser un cuerpo, porque ha olvidado su verdadera esencia. No conoce nada que no pueda tocar o explicar, y le da miedo todo lo que desafía su limitado entendimiento. Se cree a salvo en un cuerpo, cuidando al cuerpo de otros cuerpos. Y así olvida a Dios y su Reino.
Nada se te quitará. Tu Ser te espera, y con él tu verdadera felicidad. Le tienes miedo sólo porque crees que no lo conoces y que por ende no existe, mas, sólo lo has olvidado. Y lo reconocerás muy bien cuando te encuentres con él. Aunque sea por un instante, experimentarás una paz que no es de este mundo; que no podrás explicar, pero sabrás que ha sucedido.