No intentes definir dónde está tu mente en el tiempo, es decir, tu estado mental, más bien, dedica tu tiempo y energía a amar incondicionalmente. Intentar definirte, de la manera que sea, es perder energía, ya que esa no es tu función. Sólo dedica tu tiempo a perdonar, cada vez más y más. A amar más y más. A que todas las fronteras se borren, expandiendo tu conciencia de amor, día a día. No te preocupes por el final, o cómo finaliza esto. 

No es necesario forzar ningún estado, o considerar que «aquí no está pasando nada» porque es un lugar de ilusión, o no hablar del pasado porque no existe. Estas son realizaciones naturales y espontáneas, que no requieren defensa, porque la Verdad no requiere defensa. Tu estado de plenitud está garantizado y está sucediendo ahora mismo, tanto si hablas del pasado como si no. Es desde el lugar en que te mueves en tu mente, aquello que «te impulsa». No puedes obviar o evitar lo que sucede ante tus ojos. Si un hermano te pide ayuda, no intentes abstraerte en la idea de la ilusión, brindale ayuda. No te separes de lo que estás viendo o sintiendo. El amor es integración, desvanece los efectos de la ilusión tanto en tu mente como en la de tus hermanos, pero no hay esfuerzo involucrado de tu parte. El milagro sana, porque reconoce el verdadero orden, colocando al espíritu en el centro. Esto es lo que eres, si lo justificas o intentas entender, es que te has separado.

La eternidad, o el estado de Paz, es la plena conciencia de Cristo en ti, mas para ello, no hay necesidad de palabras. El servicio, surge naturalmente de una conciencia interna de amor. Solo porque ves que no hay nada ocurriendo, puedes deshacerlo, no porque te separas de ello. Tu esencia es la plenitud, no necesitas justificarlo o llegar a ese reconocimiento antes de perdonarte, el perdón te brindará ese estado. La extensión del mismo, sucederá naturalmente por la Gracia. No tienes que planificarlo.  

Que esto es una ilusión ya lo sabemos, intentar corregir es una ilusión, el perdón lo es, estar separado de Dios no es una posibilidad, mas, deja todo eso y perdona. Tienes a Jesús mostrándote el camino (Jesús como un reflejo integro y pleno de tu mente, él es uno contigo).

Recomendación para ampliar esta lectura:  Siempre eres tú, pero no lo tomes personal