«Si tus hermanos forman parte de ti, ¿porqué no los ibas a aceptar? Sólo ellos pueden enseñarte lo que eres, pues lo que aprendes es el resultado de lo que les enseñaste. Lo que invocas en ellos lo invocas en ti. Y al invocarlo en ellos cobra realidad para ti. Dios no tiene más que un Hijo, y los conoce a todos cual uno solo. Únicamente Dios es más que ellos, pero ellos no son menos que Él. ¿Quieres saber lo que esto significa? Si lo que le haces a mi hermano me lo haces a mí, y si todo lo que haces te lo haces a ti mismo porque todos somos parte de ti, todo lo que nosotros hacemos es para ti también. Todo aquel que Dios creó forma parte de ti y comparte Su Gloria contigo. Su Gloria le pertenece a Él, pero te pertenece igualmente a ti. No puedes, por lo tanto, ser menos glorioso que Él.»
Un Curso de Milagros. Cap. 9, VI