Intenta ver como Él ve (2). De las ilusiones a la verdad.

De las ilusiones a la verdad:

El movimiento dentro del sueño hacia la luz, implica tarde o temprano salir del sueño. Si has reconocido que esto es un sueño, ¿qué otra opción tienes más que despertar? Reconocer que esto es un sueño y no la realidad, es una de las vallas más difíciles de saltar. La esfera espiritual es algo que se experimenta, y no puede ser explicado con el fin de ser comprendido como si de un teorema se tratase. La realidad del Amor no está en cuestión, pero su plena experiencia si. Lidiamos con muchos obstáculos que impiden su expresión, sin embargo, todos pueden ser trascendidos. Y tanto el Amor como el Perdón, son vivencias que nos aproximan o dan a conocer la esfera espiritual.  

Las diferencias vivenciales con respecto a las mismas experiencias suman un nuevo componente de dificultad, más aún si cada uno sólo intenta entender en el registro intelectual, lo que está más allá de este. Por ello, es necesario gran dedicación, y también paciencia. Nuestra paz está en juego, así que no debemos tomar esto a la ligera. Es preciso dedicarle toda la atención que requiera.   

La esfera espiritual no es asequible por medio de la intelectual (de más está decir que no son excluyentes). Dígamos que cuando se emprende vuelo, uno toma velocidad en la pista, pero una vez que está volando, ya la pista no es necesaria, el vuelo se desarrolla en otro entorno, la pista se ha dejado atrás.

Son registros diferentes, y por un momento, debes estar dispuesto a no entender intelectualmente aunque lo puedas experimentar. Es más, el entendimiento intelectual, no es requisito necesario para la experiencia (y esto no es una propiedad exclusiva del orden espiritual, ya que muchas cosas escapan a la comprensión intelectual y no por ello dejan de funcionar o tener efectos).  

La luz no se trae ante las ilusiones, sino que éstas son llevadas ante la luz, lo cual implica nuevamente, un alto grado de paciencia. ¿Por qué? Porque no puedes explicar tu mundo sin Dios, con un complejo de ideas y experiencias que si lo integran. Es decir, intentas entender un mundo o situaciones con un complejo de ideas que aún no has aceptado. Ésta es cuando menos una tarea en extremo desgastante e imposible. Dirás:¿por qué no las he aceptado? En gran medida no has experimentado las cosas que propone y la experiencia es lo que informa de la aceptación (ej.: estás en paz, entonces has aceptado la paz y todo lo que ello conlleva). Tratas de ver tu mundo con un lente que no usas, y suponer cómo se vería si lo tuvieras puesto. Consejo: ten paciencia, ya verás. Si sientes el llamado, ya verás.

De hecho, no trates de explicar las ilusiones, porque estarás intentando explicar lo que no es nada, mas, puedes verlas con toda tu atención, reconocerlas, ver sus efectos, su entramado, y llevar todo ello ante la luz del perdón. Vuelvete un testigo, no un juez. El perdón será el que desvanezca el sufrimiento consecuente, no tus explicaciones. Las explicaciones intentan justificar, dar sentido, aliviar intelectualmente. Lo cierto es que no tenemos y no queremos justificar el dolor o el sufrimiento. Allí no está su final. Para que estos sean trascendidos, necesitamos una nueva visión. Y ese movimiento comienza con abandonar la vieja. 

Es la Gracia y el Amor de Dios, lo que desvanece todo pesar, y posteriormente, en estado de Paz, lograrás el entendimiento total. El verdadero entendimiento no emana de una mente en padecimiento y conflicto. La claridad queda nublada cuando las fuerzas internas están en pugna. En cambio, si por un instante puedes no entender y perdonar primero, experimentarás la diferencia.

Para que esto tenga sentido, se requiere tu aceptación, porque es la negación de este hecho, lo que impide su efectividad. Negar la existencia o la posibilidad de algo, mengua grandemente su experiencia, incluso, puedes estar muy cerca de ella, y pasar por alto lo que tienes en frente.  

La ilusión es un mecanismo muy poderoso para mantener tu atención centrada en problemas y conflictos por lo general irresolubles e interminables. La solución de los mismos no proviene del mismo plano ilusorio, porque en si el conflicto es “la ilusión”, es decir, el valor de realidad que le damos a la ilusión. Sin embargo una vez que hemos visto el conflicto, no tiene sentido evadirlo, una vez que se haya experimentado cualquier necesidad o falta de amor, será necesaria la corrección.

Intenta ver como Él ve (1). Las ilusiones y la verdad

Intenta ver como Él ve (3). La corrección

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