«Percibe cualquier parte del sistema de pensamiento del ego como completamente demente, completamente ilusoria y completamente indeseable, y habrás evaluado correctamente todo el sistema. Esta corrección te permite percibir cualquier parte de la creación como completamente perfecta, completamente real y completamente deseable. Al desear sólo esto, tendrás sólo esto, y al dar sólo esto, serás sólo esto. Las ofrendas que le haces al ego siempre se experimentan como sacrificios, pero las que le haces al Reino son ofrendas que te haces a ti mismo. Dios siempre las estimará porque les pertenecen a Sus Hijos amados, y Sus Hijos le pertenecen a Él. Todo poder y gloria son tuyos porque el Reino es Suyo.»
Ucdm. Cap. 7, s. VII.